MENÚ
                 


Publicaciones > Generalidades sobre las aguas residuales y su tratamiento


Generalidades sobre las aguas residuales y su tratamiento

5 de mayo, 2021
Por: María del Mar Grajeda


El agua es uno de los recursos más utilizados en el ámbito doméstico, industrial y agrícola; cuyas actividades resultan en la generación de agua residual que de una u otra manera regresan al sistema natural. A través de distintas técnicas es posible dar un tratamiento adecuado a las aguas residuales generadas; removiendo los sólidos presentes en el agua, la materia orgánica, los microorganismos y nutrientes, entre otros, asegurando así el menor impacto al equilibrio ecológico del que todos dependemos.



En los últimos años las temáticas ambientales han sido cada vez más abordadas cada vez en distintos espacios; desde una conversación de sobremesa que surgió a raíz de una noticia, hasta los planes de gobierno nacionales y municipales. Se habla acerca de la contaminación por plásticos, la deforestación, la ocurrencia más frecuente de eventos climáticos extremos, entre otros. En esta ocasión el tópico serán las aguas residuales.

De acuerdo con Acuerdo Gubernativo No. 236-2006, el agua residual es aquella que ha recibido un uso y cuya calidad ha sido modificada. De manera que el agua resultante de las actividades cotidianas en el hogar son aguas residuales, así como el agua utilizada en los procesos productivos de empresas e industrias. Estas son las categorías principales para el agua residual: (I) ordinarias o domésticas y (II) especiales o industriales. Ambas requieren de un tratamiento previo a su descarga al alcantarillado público o a un cuerpo receptor, como un río o un lago.

Las aguas residuales ordinarias están compuestas principalmente por materia fecal, restos de alimentos, aceites y grasas, detergentes, sales, sedimentos, material orgánico no biodegradable, entre otros (MARN, s.f.). Gran parte de la contaminación de los cuerpos acuíferos en el país proviene de las aguas residuales de los centros urbanos, las cuales son vertidas en los cauces de los ríos, por lo general, sin ningún tipo de tratamiento. Este tipo de descargas son ricas en nutrientes, bacterias y patógenos, lo que favorece la proliferación de algas en los cuerpos receptores, los cuales son factores de riesgo para la salud humana (IARNA-URL, 2012).

Mientras que las aguas residuales especiales contienen más contaminantes que las aguas residuales de tipo doméstico y su composición es variable, así como sus características dependiendo de la industria y los procesos que realice. Las descargas de agua residual especial pueden realizarse en determinadas horas del día o épocas del año. De manera que su tratamiento depende de una serie de factores que lo hacen más complicado, por lo que se necesita un estudio específico para cada caso (MARN, s.f.)

En Guatemala, el 40% del agua contaminada proviene de los municipios, otro 40% de las actividades agropecuarias, un 13% de las industrias y el 13% restante de las agroindustrias (Basterrechea y Noriega, 2019). El problema de la contaminación del recurso hídrico por aguas residuales en el país se debe principalmente a que no existe un adecuado tratamiento de este recurso por parte de las municipalidades, los complejos de viviendas y la industria.

Antes de diseñar un tratamiento para el agua residual se debe conocer su composición, proceso conocido como caracterización del agua, con el fin de conocer qué elementos químicos y biológicos están presentes. El propósito de una planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) es eliminar los contaminantes presentes en el agua, o reducirlos a niveles por debajo de los límites máximos permisibles establecidos de tal forma que no representen impactos significativos al entorno natural ni a la salud. Dependiendo del tipo de agua a tratar, se diferencian las plantas de tratamiento de aguas residuales ordinarias (PTARO) y las plantas de tratamiento de aguas residuales especiales (PTARE).

El proceso de tratamiento del agua residual en general se divide en cuatro tipos: pretratamiento, tratamiento primario, tratamiento secundario y tratamiento terciario. Aunque el sistema de tratamiento a utilizar puede variar dependiendo del tipo de aguas residuales que se desea tratar, a continuación, se describe de manera general el sistema de tratamiento para aguas residuales ordinarias:

Pretratamiento

Generalmente a través de rejas se retiran los sólidos flotantes, arenas y grasas que pudieran obstruir los siguientes procesos.

Tratamiento primario

El objetivo de esta etapa del tratamiento es reducir los sólidos de menor tamaño que por gravedad se sedimentan. Dependiendo del diseño de la PTAR el agua puede permanecer en estos sedimentadores por horas hasta un par de días.

Tratamiento secundario

Esta etapa está diseñada para reducir el contenido biológico del agua residual producto de los desechos orgánicos, residuos humanos, residuos de alimentos, entre otros.  Esto se logra aprovechando la capacidad de los microorganismos para asimilar la materia orgánica y los nutrientes disueltos en ellas. Estos tratamientos pueden ser aerobios (utilizando organismos que se desarrollan en presencia de oxígeno) o anaerobios (por medio de organismos que se desarrollan en ambientes en ausencia de oxígeno libre) principalmente.

Como resultado de la agrupación y sedimentación de los microorganismos en el tratamiento secundario se obtienen lodos en el fondo del tanque llamados lodos activados. Estos también reciben un tratamiento para asegurar su estabilidad y humedad para poder ser destinados a una disposición final en rellenos sanitarios, ser aplicados al suelo como abono o fertilizante o para ser confinados.

Tratamiento terciario

Al finalizar el tratamiento secundario se agrega un desinfectante en cantidades adecuadas para asegurar que las bacterias no se multiplicarán en caso de fluir con el agua fuera de la PTAR; este desinfectante usualmente es hipoclorito de sodio.

Asimismo, otro objetivo del tratamiento terciario es eliminar o reducir la concentración de nutrientes en el agua, principalmente nitrógeno y fósforo. Las técnicas que se aplican pueden ser químicas o biológicas, como humedales artificiales. Sin embargo, no siempre es incluido dentro del diseño de la PTAR.

Una vez tratada, el agua residual puede ser descargada a un cuerpo receptor, ser reutilizada en un proceso de producción, inyectada a los acuíferos de agua subterránea u otro. Asimismo, las aguas residuales podrían ser utilizadas para los siguientes tipos de reúso, incluso sin haber recibido un tratamiento media vez cumplan con los límites exigidos por el Acuerdo Gubernativo No. 236-2006 y su reglamento.

Reúso para riego agrícola en general: aguas residuales utilizadas en el riego extensivo e intensivo a manera de fertirriego, para recuperación y mejoramiento de suelos y como fertilizante en plantaciones de cultivos que, previamente a su consumo, requieren de un proceso industrial.

  • Reúso para cultivos comestibles: con restricciones en el  riego  de  áreas  con  cultivos comestibles que se consumen crudos o precocidos, como hortalizas y frutas.
  • Reúso para acuacultura: uso del agua residual para la piscicultura y camaronicultura, de conformidad con los límites establecidos.
  • Reúso para pastos y otros cultivos: con restricciones en el riego de áreas de cultivos no alimenticios para el ser humano como pastos, forrajes, fibras, semillas y otros.
  • Reúso recreativo: con restricciones en el aprovechamiento para fines recreativos en estanques artificiales donde el ser humano solo puede tener contacto incidental, incluido el riego en áreas verdes, donde el público tenga contacto o no.

El no tratar las aguas residuales tiene una serie de consecuencias en la sociedad, tanto de carácter ambiental, como social y económico. Por ejemplo, se acelera el proceso de eutrofización de los cuerpos de agua receptores de aguas residuales, pérdida de belleza escénica y servicios ecosistémicos, conflictos sociales, enfermedades gastrointestinales al consumir directamente de un cuerpo receptor con alta carga de contaminantes, así como una pobre calidad de las aguas superficiales y por ende la extracción de aguas subterráneas creando estrés hídrico para el país en un futuro cercano.

De tal manera que es de suma importancia labor de las autoridades municipales, empresas e industrias responsables del tratamiento de las aguas residuales, junto al desarrollo de la infraestructura para contar con sistemas de tratamiento de aguas residuales con un funcionamiento óptimo. Es de suma importancia, no solo para garantizar el cumplimiento del Acuerdo Gubernativo 236-2006, sino porque los recursos hídricos del país son fundamentales para el bienestar de la población.

REFERENCIAS

  1. Acuerdo Gubernativo núm. 236-2006. (05 de mayo de 2006). Reglamento de las descargas y reúso de aguas residuales y de la disposición de lodos. Guatemala, Guatemala: Diario de Centro América.
  2. Basterrechea, M., y Guerra, A. (2019). Recursos hídricos. En E. J. Castellanos, A. Paiz-Estévez, J. Escribá, M. Rosales-Alconero, & A. Santizo (Eds.), Primer reporte de evaluación del conocimiento sobre cambio climático en Guatemala. (pp. 86–107). Guatemala: Editorial Universitaria UVG https://sgccc.org.gt/wp-content/uploads/2019/07/1RepCCGuaCap5.pdf
  3. IARNA - URL. (2012). Perfil Ambiental de Guatemala 2010-2012. Vulnerabilidad local y creciente construcción de riesgo. Guatemala. Autor. https://www.url.edu.gt/publicacionesurl/FileCS.ashx?Id=40177
  4. Masindustria. (2017). Diseño PTAR. http://masindustria.com/web/wp- content/uploads/2017/04/depuradora.png
  5. Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales – MARN. (s.f.). Manual de Educación Ambiental sobre el Recurso Hídrico en Guatemala. Guatemala.  https://www.marn.gob.gt/Multimedios/7419.pdf

Últimas Publicaciones